
¿Has pensado en ir a terapia, pero no sabes por dónde empezar? ¿Te suena eso de “psicoanálisis”, “cognitivo-conductual” o “humanista” y te quedas igual? No te preocupes, no estás solo. Aquí te ...
Si sientes que el trabajo te está respirando en la nuca, no estás solo. El estrés laboral es más común de lo que crees… pero no tiene porqué formar parte de tu vida. Los expertos en salud mental de AXA México te comparten cinco consejos prácticos para cuidar tu salud mental y recuperar el balance entre tu vida y el trabajo.
Según el Mind Health Report de AXA, 1 de cada 2 mexicanos ha sentido que su salud mental se ha visto afectada por el trabajo. Y no, no es exageración. Irritabilidad, insomnio, falta de motivación… son señales de que algo no anda bien. Reconocerlas es el primer paso para tomar acción. Si te sientes como un celular sin batería, es momento de recargar.
El caos genera estrés. Una buena organización puede ayudarte a sentir que tienes el control. Usa herramientas, prioriza tareas, aprende a decir “no” cuando sea necesario. Sabemos que no todo puede resolverse en un día, pero con pequeños ajustes, puedes evitar que el estrés se vuelva tu compañero de escritorio.
No se trata de escaparte al baño para respirar profundo (aunque a veces ayuda). Hablamos de pausas conscientes: caminar un poco, estirarte, tomar agua, desconectarte cinco minutos. Estas acciones pueden reducir el estrés.
El famoso “balance vida-trabajo” no es un mito urbano. Se trata de encontrar lo que te recarga: pasar tiempo con tu familia, hacer ejercicio, leer, ver tu serie favorita sin culpa. El Mind Health Report señala que quienes logran desconectarse fuera del horario laboral tienen mejor salud emocional. Así que sí, ese maratón de películas el domingo cuenta como autocuidado.
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La salud mental no se resuelve en silencio. Si algo te está afectando, no lo guardes. Hablar con alguien de confianza -un amigo, un familiar o incluso un compañero- puede marcar la diferencia. Compartir lo que sentimos no es señal de debilidad, es un acto de valentía que nos conecta y nos libera. A veces, basta con que alguien nos escuche y diga “te entiendo” para empezar a sanar.
Hablar de lo que sentimos no solo nos libera, también nos protege. En el entorno laboral, cuando las empresas promueven espacios seguros para expresarnos y buscan activamente prevenir el burnout, están invirtiendo en salud, en productividad y en humanidad.
El estrés laboral no es algo que debas normalizar. Recuerda que puedes consultar a un experto de salud mental para guiarte con tu situación específica.